domingo, 15 de febrero de 2015

Partículas PM10 y PM2´5:

Las partículas de menos de 10 micrómetros de diámetro (10µm), denominadas fracción PM10, son las partículas que presentan una mayor capacidad de acceso a las vías respiratorias y por lo tanto mayor afección a las mismas.
Las partículas más pequeñas (menores de 2,5 µm) se depositan en los alvéolos, la parte más profunda del sistema respiratorio, donde tienen más posibilidades de ser incorporadas al torrente sanguíneo y casi ninguna de ser expulsadas, mientras que las partículas en el rango de 2,5 µm a 10 µm se depositan preferentemente en la región traqueobronquial y nasofaríngea, desde donde son expulsadas por el sistema respiratorio, pudiendo pasar al tracto gastrointestinal.
Por otro lado, la composición de las partículas hace que estas sean más o menos reactivas con su entorno, lo que intervendrá en el tiempo de permanencia y en los daños que sobre los materiales y tejidos se puedan generar. En este sentido, las partículas PM2,5 presentan además la peculiaridad de incluir composiciones química de una mayor afección para la salud humana, lo que justifica que se incremente su control y determinación.
Los factores meteorológicos son también esenciales en la generación, transporte y deposición de las partículas en suspensión, interviniendo considerablemente en las concentraciones detectadas para este contaminante en el control de la calidad del aire.
En cuanto a su generación, las partículas en suspensión pueden estar formadas por dos tipos de fracciones, una de origen natural, formada por partículas minerales provenientes de la erosión natural del terreno y los materiales o por partículas orgánicas provenientes de la emisión de polen, mohos, esporas, etc., y otra de origen humano, o antropogénica, previniente de procesos de combustión, tráfico rodado, desgaste de maquinaria, procesos de extracción de minerales y movimiento de tierras, etc.

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